jueves, 15 de mayo de 2008

proliferación

en “la anarquía y el método del anarquismo” Erico Malatesta hace un análisis del sistema democrático y explica por qué no es posible que funcione bien. El Está planteado sobre la base de que los seres humanos tenderían por naturaleza a llevarse bien si la sociedad fuera justa, sin desigualdades. Descarta el egoismo, la maldad, la envidia, etc., como cualidades propias del hombre. Mi análisis es muy esquemático, el Manifiesto lo leí hace años, pero más allá de todo lo que me quedó grabado es que no hace una propuesta específica, no dice cómo deberían ser las cosas, pareciera que eso lo deja para cada uno.
Las propuestas utópicas desde el siglo XIX tienen una cosa en común, por lo menos las que tienen algún tipo de “materialidad” (no necesariamente construidas pero por lo menos dibujadas o con especificaciones escritas para su organización espacial), y es que son geométricas. Que sean geométricas, rígidamente geométricas, es el último eslabon de una cadena de reglamentaciones que de tan estrictas terminan, desde la búsqueda de sociedades más libres, planteando formas de vida totalitarias. Esto es algo que en nuestro trabajo quisiera evitar: geometría rigurosa y reglas estrictas. Hay un ejemplo muy interesante, los Falansterios de Fourier. Hay más cosas como la Ciudad Jardín de Howard, o propuestas más contemporáneas como Archigram o las ciudades espaciales de Yona Friedman, que están buenísimas, de a poco voy a juntar y mandarles información. También hay comunidades como la de Caveri en Moreno, que tiene muchas cosas interesantes.

Hay sí algunas cosas que tendrían que verificarse, unas “reglas”, pero que de tan flexibles ya no sean reglas. Estas pautas, para mi, por todo lo que venimos hablando, básicamente son:
-estar juntos, personas que tengan inquietudes similares, valores
-no aislarse del mundo
-servicios para viejitos, pero manejados por ellos mismos en la medida de lo posible, y fuentes de trabajo para los viejitos

Pensando en estas cosas y en todo lo que venimos intercambiando me hago algunas preguntas:
-¿tiene que haber un emplazamiento específico, o nuestra propuesta debería ser extensible a cualquier lugar?, creo que estaría bien proponer un modelo amorfo, que pueda actualizarse si lo toman acá o allá.
-si no queremos que sea un ghetto, ¿tiene que ser solo para viejos piolas?, ¿y no-viejos?, ¿cómo se relaciona nuestro espacio con el mundo de los no-viejos?, ¿y cómo se relaciona con el afuera?, ¿hay un afuera y un adentro, es como una comunidad cerrada?, ¿cómo se puede romper esa barrera?
-¿proponemos un modelo utópico en el que una de las bases sea la generosidad, el compañerismo?
-¿hay espacios privados y espacios comunes?, venimos diciendo que sí, cada viejito tiene su lugar, y los espacios comunes ¿son comunes o son directamente públicos?, o podemos proponer: espacios privados, espacios comunes y espacios públicos. De esta manera nos diferenciamos de esta nueva modalidad de ghetto que son las torres actuales, que tienen pileta, gimnasio, amenities y toda la parnafernaria, y todo bien cerrado con una reja. Es el sueño de Le Corbusier y sus propuestas de máquinas de habitar, de edificios que son en si mismo ciudades, pero aplicada a la sectarización de una clase privilegiada económicamente (aclaro aunque está de más, “privilegiada” desde el punto de vista de esa clase, ya que no les envidio en lo más mínimo su mundito protegido). Nos diferenciamos de: torres, barrios privados, countries, etc.

Voy a lo que vengo pensando como propuesta física, se me pierden algunas cosas pero espero que vuelvan, por ahora les cuento algo que me parece que puede estar bien. Fui pensando progresivamente en: irnos a vivir a la luna, o a un meteorito, o a una ciudad espacial, o bajo tierra, o en el Tigre, y blablabla. También pensé que podríamos proponer viviendas nómadas (hay un proyecto de Archigram de ciudades móviles) que van de acá para allá así nos podemos visitar cuando queremos, conectando nuestros espacios privados y transformándolos en espacios comunes temporalmente. Pero a esta idea le veo el problema de que vamos a ser viejitos, y movernos mucho va a ser complicado. Y no quiero perder de vista esta cualidad: viejitos. Si la perdemos de vista vamos a proponer una forma de vida más o menos interesante, irónica, divertida, ¡pero no!, entre manos está esta idea y quiero sacarle el máximo jugo posible. Entonces todas estas cuestiones de conexión, de estar juntos, de los espacios privados, comunes y públicos, de los servicios para viejitos, y de la relación con el afuera, con el mundo que no es este que proponemos pero del que está bueno no aislarse, me fueron llevando a la siguiente idea: viviendas conectadas entre si. Viviendas que existen cada una en sus lugares, y cada una con sus cuartos, cocina, baño, etc., cada una con su palier, su consorcio, su ascensor, sus vecinos, su escalera y su hall de entrada, cada una en su barrio con su verdulería, su chino, su banco... pero conectadas entre si también, por un hueco en una medianera, o en la losa para ir de un piso a otro, o por un puente o un tunel, si las viviendas están en manzanas distintas.
Imaginen esto para ver si se copan, a mi me gustó: Ana consigue una casa, un depto, lo que sea. Mario otro y Ramiro otro, los tres lo más cerca posible. Por ejemplo, Ana consigue un departamento y Mario otro en el edificio de al lado, hacemos un agujero en la medianera y conectamos el espacio. Ramiro consigue otro depto, enfrente del de Mario, entonces construimos un puente sobre la calle, de paso a ese puente le plantamos árboles, le hacemos bancos, una parrilla, lo que sea, y conectamos un espacio entre Mario y Ramiro, ¡o mejor!, la conexión se da en el espacio que confluye de los tres deptos., entonces automáticamente tenemos: espacios privados (la casa de c/u), espacio común (el lugar en el que confluyen las conexiones) y espacio público (la plaza-puente que puede tener una conexión con la calle).
Cada uno estaría cediendo parte de su espacio privado para lograr las conexiones / generosidad. Cada uno cede lo que puede. Lo que se va construyendo con la acumulación de viviendas conectadas es una red que mantiene sus vínculos con el mundo tal cual existe, pero propone otro tipo de conexiones internas. Estas conexiones deberían estar orientadas hacia dos puntos específicos: “estar juntos” y “servicios y trabajo para los viejitos”. Los servicios deberían ir apareciendo dentro de la red en estos espacios públicos o comunes, y tienen que ser mínimamente los que cualquier geriátrico actual cumple, orientados al cuidado de los viejitos. En lugar de estar todos encerrados en un edificio con enfermeros, los enfermeros pueden transitar por la red que les proporciona una conexión directa y sencilla con un grupo de viejitos, y también le proporciona equipamiento.
Lo potente de esta red es que puede crecer indefinidamente, y puede aplicarse en cualquier lado. De hecho, me imagino que podríamos mostrar 3 actualizaciones de este proyecto en lugares completamente diferentes: en una zona urbana muy consolidada, como puede ser la de Ramiro en Constitución/Monserrat, en una de casas bajas y PH, como la de Ana, y en alguna más rural, ¿como la de Mario en un futuro? O en Mazunte.

Seguiría escribiendo, vengo pensando en algo así hace rato pero el otro día con la múltiple-conexión-gomez casas-hipertecnológica fui visualizando esta posibilidad, mejor compartirla con ustedes antes de avanzar, a ver cómo la ven.

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